Uso problemático de la tecnología en la Infancia y la Adolescencia: prevención y evaluación

Hoy en día, el uso de las pantallas es una realidad que se ha instaurado en nuestra vida y que forma parte de nuestro comportamiento habitual. Este uso es ya un continuo en adultos, jóvenes y niños que las usan para multitud de actividades. Sin embargo, la falta de control y el impacto que a veces ejercen en otras actividades de la vida cotidiana hacen que salten las alarmas y se hable de un uso problemático de la tecnología. Esta preocupación se acrecienta, sobre todo, cuando hablamos del uso de las pantallas en niños y adolescentes. Sin embargo, son escasos los trabajos de investigación que se han interesado hasta ahora en desarrollar instrumentos con validez científica que valoren si dicho uso se puede categorizar como excesivo/problemático incluso cercano a la adicción. Resulta de vital importancia el desarrollo de este tipo de instrumentos a edades tempranas cuyos informantes del comportamiento del niño sean los adultos más cercanos. 

Además, ya se sabe que la etapa adolescente es una etapa de riesgos, pero también de oportunidades para aprender y crecer como personas. En ese sentido es relevante conocer los hábitos de uso de las pantallas que tienen (características del uso del móvil, interferencia en su vida cotidiana, uso de las redes sociales, de los videojuegos, juegos de apuestas, etc.) y como esa relación puede interferir en variables como la ansiedad social. Con todo esto, además, se hace necesario diseñar, desarrollar e implementar programas de prevención que traten de dotar a los educadores de herramientas para poder fomentar un uso saludable de las pantallas y de la tecnología en niños y adolescentes.