La familia es el principal sistema de socialización en la infancia y adolescencia. Los progenitores modelan las actitudes y los comportamientos de sus hijas e hijos y ejercen influencia especialmente durante las primeras etapas de vida. Sin embargo, su cuidado y apoyo ayudan en el desarrollo emocional de sus miembros a lo largo de todo el ciclo vital. La adolescencia es un periodo de cambio y, como tal, esto va a implicar una transformación en los vínculos y en la manera de interaccionar con su familia. Todo ello implica la búsqueda de su propia personalidad, su manera de enfrentarse a las dificultades y la manera de regularse emocionalmente. Así si una adolescencia normativa puede suponer un reto en la salud mental y el apoyo familiar resulta una variable protectora, cuando aparecen acontecimientos vitales estresantes que funcionan como estresores pueden tener un papel crucial. En esta línea, se presentan cuatro experiencias que revisan diferentes estresores en la adolescencia para evaluar el impacto protector de la familia en el ajuste emocional en la etapa de la adolescencia. En primer lugar, se abordará el papel protector de la familia en el ajuste emocional en la adolescencia después de un diagnóstico de una enfermedad crónica, como es el asma bronquial. En segundo lugar, se tratará siguiendo esta perspectiva de la familia como elemento protector planteando su impacto frente a la victimización y la exclusión social en la adolescencia. En tercer lugar, en la línea de lo anterior, se valorará la importancia de las variables familiares en la violencia de pareja en esta etapa evolutiva. Y por último, de manera más global se relacionará la familia como factor protector en la salud mental. En conclusión, el simposio permitirá reflexionar sobre la importancia de los aspectos familiares en el ajuste emocional de la adolescencia.